El psicodiagnóstico es un proceso que tiene por objetivo principal la definición de un diagnóstico del estado de salud mental de la persona consultante, y resulta fundamental para orientar un tratamiento adecuado.
Dentro de dicho diagnóstico se evalúan las distintas áreas del funcionamiento psicológico del paciente (afectiva, cognitiva y relacional), y se intenta definir las características de personalidad y conflictos que subyacen al motivo de consulta que la persona trae consigo.
Este proceso diagnóstico se realiza en un tiempo que varía de dos a cinco sesiones, dependiendo de las características del paciente, del tipo de problemática y del contexto en el cual se realiza.
La entrevista clínica es la primera y más importante herramienta dentro de un proceso psicodiagnóstico. Esta etapa le brinda al profesional un conocimiento global de la persona consultante, para esto resulta esencial el discurso del propio paciente sobre sí mismo y respecto de lo que le está sucediendo.
Durante las entrevistas clínicas se recaban antecedentes del motivo de consulta, del desarrollo e historia de vida, relaciones sociales, familiares y de pareja, área vocacional- laboral, historia de tratamientos anteriores, entre otros.
Luego de la realización de una o más entrevistas clínicas, se recurre a la aplicación de test psicológicos, de los cuales existe una amplia gama.
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